miércoles, 24 de junio de 2009

DEL OTRO LADO DEL ESPEJO.


DEL OTRO LADO DEL ESPEJO

María del Pilar Jorge


Abrí la puerta y crucé el tablero de ajedrez.

Entré al bosque. Había muchos senderos y ninguno llegaba a ninguna parte.

Entonces apareció el gato, con su enorme sonrisa perversa.

—¿Adónde vas, niña?

—Ya no soy una niña.

—Mírate en el espejo.


En el reflejo yo sólo tenía diez años, y mi largo cabello peinado en dos trenzas.

Suspiré feliz.

El gato se acababa de convertir en rey, y se acercaba a mí.

Le sonreí.

Recién en el último momento noté sus dientes filosos sobre mi cuello.

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