¡Amiga ,mía! Mi querida Soledad, ya estabas tardando. Pasa te esperaba ya hace días. Como siempre esperando el momento adecuado, cuando quiero sentirme bien y no quiero seguir en el pasado.
Pero ven siéntate conmigo, regálame como siempre lo has hecho, un fuerte abrazo. Te ves triste, como si alguien a quien abrazabas con tu triste manto se hubiese sacudido y se fuera de tus manos, cuando aun con él no habías terminado.
Permite que hoy te regale un poco de tus virtudes, de la forma en que nos tratas, de lo que nos haces sentir cuando nos buscas, cuando no queremos estar a tu lado.
Ven demos un paseo, te abrazare sutilmente, vamos a un café, tendremos que pedirlo para llevar, ya que hay mesas en donde nadie nos espera.
Caminaremos por el parque, pasearemos juntos de la mano visitaremos aquel farol, el que aunque me acompañas solo un sombra se refleja, mira esa jardinera que bellas flores, que hermoso aroma, no desvíes la mirada, ¿que sientes que nadie corte una y te la entregue con brillo en su mirada?.
Quiero ver si soportas ver la Luna y la estrellas, aguantar un suspiro, contener tus lágrimas, si sientes esa punzada en el pecho por el dolor que te provoca.
Vamos no te sientas mal, ven regresemos a mi cuarto, quédate esta noche conmigo, te regresaré algo de nostalgia, te regalaré un poco de ansiedad, te platicaré con melancolía.
Bienvenida! pasa leamos juntos un libro , tomemos el café en el descanso de la ventana, veamos como el día desaparece dejando paso a la obscuridad acompañada de una densa niebla, que hace aun más frío el crudo invierno que no es solo del tiempo sino también del corazón.
Está bien te ves cansada, recuéstate, pero sólo hay una almohada, entrégate completa, te haré el amor con agonía, que sepas que siento cuando alguien me acompaña y llegas con tu sarcasmo e ironía, interrumpes y me invades... de una inmensa Soledad.
CJBG 10-10-13 En ocasiones llega cuando menos la esperamos
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