domingo, 14 de noviembre de 2010

TORNEO DE CANDIDATOS 1977.

EL MATCH KORCHNOI - PETROSIAN.

En Marzo de 1977 cualquiera sobre el papel hubiera preferido el match Korchnoi-Petrosian como el más apasionante de los cuatro en disputa para alcanzar el cetro de Kárpov.

El encuentro aquel de Candidatos se disputaría en Il Ciocco, importante centro turístico internacional de Italia, situado en el ángulo superior de un triángulo formado por Florencia y Lucca como base y Castelvechio-Pascali.

El lugar elegido fue un bonito albergue ubicado en las estribaciones de un monte de 600 metros, en cuya cumbre se hallaba él mismo con alojamiento para 500 personas, con los sugestivos complementos turísticos de campos de fútbol, canchas de tenis, piscinas, campos de equitación, cotos de caza y pesca, en escenarios naturales y con una sensación de paz y tranquilidad, idóneas para la práctica del juego-ciencia, aunque de todos era sabida la absoluta rivalidad no sólo deportiva, sino también personal de ambos contrincantes, que en aquella época ¡no se podían ni ver!.

Se quejaba Korchnoi en su magnífica autobiografía Chess is my Life, que todavía (lamentablemente) no ha sido traducida al castellano, que en aquella época, tras su deserción de la entonces Unión Soviética, exclusivamente para jugar al ajedrez cuando quisiera y como quisiera (!?) se había instalado provisionalmente en Holanda aprovechándose de la hospitalidad ofrecida por un club de ajedrez de aquel país. Y nos decía que había llegado al match sin ningún tipo de preparación, pues carecía entonces de entrenador y tampoco disponía de la práctica totalidad del material ajedrecístico (literatura) que se había dejado en Leningrado. Su familia se encontraba entonces retenida. Los soviéticos aplicando un golpe bajo auspiciado por un "tupido" sistema comunista sólo le permitirían abandonar el país ¡cinco años más tarde!, en 1982.
Ya en pleno match, se le unió Yakob Murey, que había logrado entonces exiliarse de la URSS aprovechando uno de los escasos visados disponibles, que se daban contadamente a través de un pasaporte israelí. Murey llegó a Viena, donde iban todos cuando salían de Israel (cuenta Korchnoi) y entonces pidió incorporarse al grupo, cosa a la que Viktor Lvovich accedió.

Petrosian llegaba al match muy bien preparado "teóricamente" con dos respetables entrenadores, Efim Geller e Igor Zaitsev y con un tal Yuri Averbach, como jefe de la delegación. Años más tarde, tras la caída del muro, sabríamos que a Yuri no le encantaba demasiado los rigores de la vida comunista, pero imitando al famoso Yo, Claudio!, supo vegetar muy bien con el sistema (!?).
Korchnoi confiesa que su nivel ajedrecístico no era para nada entonces superior al de Petrosian. Sólo la suerte, como así sucedería, podría hacer que pasase a la siguiente ronda.

Tras las cuatro primeras partidas que finalizaron en tablas, Korchnoi se impuso en la quinta, para perder inmediatamente en la sexta en donde Tigran se hizo famoso (!?) por mantener varios minutos su dama en alto antes de posarla en la casilla que haría abandonar a Korchnoi… .

Siguieron unas pacíficas tablas en la séptima y luego en la octava llegó un bello recital de Petrosian que casi noqueó a Korchnoi al que había maniatado estratégicamente y en la que todavía no se comprende como Tigran – con 14 minutos para 9 jugadas – después de pensar siete, pudo jugar aquel 33.e3-e4?? cuando Korchnoi sólo disponía de escasos 2 minutos para las mismas jugadas. Indudablemente este error facilitó las cosas para Viktor quien no titubeó para ganar la calidad (33…Ag5 x Tc1).
La cara de Petrosian se parecía a la de Cenicienta y el GM armenio ya no se pudo recuperar del varapalo sufrido y no pasó de las tablas en las cuatro partidas siguientes, por lo que Korchnoi se impuso por el resultado apretado pero suficiente de 6 ½-5 ½.

Korchnoi admitió que ganó ese match de milagro y que tal vez sólo fue porque Dios quiso que así fuese (!?).

Tuvieron que pasar muchos años para que yo viese  un poco más en profundidad este match. La literatura ajedrecística apenas lo cubrió y cuando cayó en mis manos el buen libro llamado AJEDREZ ESTRATÉGICO – como dominar el juego cerrado, de Edmar Mednis, que se puede conseguir en cualquier libreria, al fin pude observarlo en condiciones. Allí se cubren al milímetro llenas de impresionantes ideas estratégicas las partidas 3ª, 5ª, 6ª, 8ª y 12ª de aquel match.


Quise seleccionar para este artículo la primera de estas partidas comentadas, es decir la tercera del encuentro. Primero porque es poco conocida, pero segundo y más importante, porque en parte fue una muestra de lo que luego nos encontraríamos en todo el match. Un ajedrez lleno de enrevesados errores técnicos entre dos contendientes que se odiaban en profundidad y que por ello las partidas derivaron en una guerra de nervios. Rona Petrosian, la esposa de Tigran controló la faceta psicológica del encuentro en todo momento y cuentan las crónicas que cuando un equipo entraba al comedor del albergue se ponía justo en el extremo opuesto del otro. No había forma de llegar a acuerdos pacíficos y el árbitro Bozidar Kazic se comportó más que como un colegiado, como un auténtico "chico de los recados" entre ambas delegaciones… .


En esta tercera partida, una Apertura Catalana, tras las cincos primeras jugadas de las blancas (por trasposición), Petrosian jugó la rara 5…dxc4?!. Cuenta brillantemente Mednis en su preciado libro que si las negras querían elegir una de las defensas abiertas (es decir, las que implican el cambio …dxc4) en la Catalana entonces debían tomar el peón en la cuarta jugada o en la sexta.
Después de 1.d4,Cf6 2.c4 e6 3.g3 d5 4.Ag2 dxc4, las negras buscan un rápido desarrollo en el flanco de dama. Por ejemplo: 5.Da4+ Cbd7 6.Dxc4 a6, proyectando un rápido …b5 y, quizá …c5.
Por otro lado, la captura en la sexta: 1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.g3 d5 4.Ag2 Ae7 5.Cf3 O-O 6.O-O dxc4 significa que las blancas ya han enrocado y aún no han comenzado a movilizar sus fuerzas del flanco de dama. Si las negras capturan en la quinta jugada, como es el caso de esta tercera partida, mezclan ambos sistemas.
Las jugadas iniciales fueron aquí: 1.c4 e6 2.g3 d5 3.Ag2 Cf6 4.Cf3 Ae7 5.d4 dxc4?!. Y es que para Mednis, el desarrollo del alfil de rey negro a e7 no aporta nada al juego ulterior en el flanco de dama, de modo que las negras se encuentran con un tiempo de menos. Por otra parte, después de 5…dxc4?!, las blancas pueden mejorar sobre 6.O-O, que no es obligatoria, iniciando la movilización en el flanco de dama un tiempo antes como ocurrió en la partida: 6.Cc3!.
Korchnoi hábilmente forzó el cambio de damas (8…Dxd1+) que condujo a Petrosian a un incómodo final. Tras 9.Cxd1

 Esta es una posición, continúa el sabio Mednis, que se presta a valoraciones erróneas, por parte de aquellos que no están familiarizados con el potencial de la Apertura Catalana. Debido a que las blancas aún no han enrocado y a que su caballo de dama está mal desarrollado, se diría que las negras están perfectamente, al menos en cuanto a desarrollo se refiere. Por otra parte, la formación de peones es, en esencia, simétrica. Pero, pese a todo, cualquier apariencia de igualdad es engañosa. Lo que importa es que el alfil de rey blanco machaca el flanco de dama enemigo, en particular b7, haciendo muy difícil para las negras completar su desarrollo en ese flanco. Las blancas, por lo tanto, tienen una clara ventaja y lo mejor a lo que pueden aspirar las negras es a conseguir una ardua igualdad, avanzada la variante.


Los temas estrategicos son:

- Las blancas tratarán de poner cerco al flanco de dama enemigo. Su arma inmediata es el alfil de rey, al que pueden sumarse los dos caballos y, más adelante, el alfil de dama y las torres.
- Las negras deben tratar de desarrollar su flanco de dama. Hay que neutralizar, al menos parcialmente, la acción del alfil de rey blanco para que esto sea posible.

Tras estos lúcidos comentarios, lo que pasó en la partida es fácil de intuir. Las blancas terminaron ganando un valioso peón y culminaron su consolidación. Por otra parte, el consumado maestro de la defensa como fue Petrosian, logró al menos a cambio, que las negras no tuviesen debilidades estructurales.
Con todo,no había razón alguna para que ganar aquella posición fuera una tarea difícil para un gran maestro de primera fila como era Viktor Korchnoi. Lo único que se requería era de una técnica apropiada.

Para Mednis, para ganar un final ganado, buena técnica significaba seguir estos principios:

- Diseñar y seguir un plan claro.
- No permitir contrajuego al adversario.
- Evitar complicaciones poco claras o innecesarias.
- Ser prudente.
- No apresurarse nunca: ni con respecto al tiempo ni con respecto al número de jugadas.
- Conservar la ventaja material.
- Cuando se posee ventaja material, tratar de simplificar mediante cambio de piezas.
- Encaminar el juego a las posiciones básicas conocidas como teóricamente ganadoras.

Pero ¿qué sucedió en la partida y en general en todo el match?. Pues sucedió que los jugadores eran ante todo personas y no pudieron abstraerse de los factores meramente psicológicos. Para Petrosian, significaba una vez más una prueba de fuego representar a la Patria Soviética. Ya había fracasado en Buenos Aires 1971 contra Fischer. Ahora tocaba jugar contra su enemigo personal y encima apátrida… . Para Korchnoi, la idea de jugar contra el maestro armenio en inferioridad de condiciones le atormentaba, máximo cuando también sabía entonces que su hijo Igor, ya había sido detenido en la URSS por negarse a realizar el Servicio Militar, como acto de protesta por lo sucedido con su padre y posteriormente cuando a su madre y a él mismo no les dejaron abandonar el territorio soviético.
Gracias ahora al libro de Mednis, he podido pasar a ver la parte técnica que obviamente es la que más me interesaba de este match.
Comparto aquí con Uds. la opinión de Rybka sobre aquella tercera partida, que también fue comentada, aunque brevemente, por el propio Viktor Lvovich Korchnoi, un auténtico gladiador del tablero y la vida...

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